Bryan de 11 años es un niño de la comunidad y asiste a sus padres desde altas horas de la madrugada para poder llenar los depósitos de agua. Dependiendo de la cantidad de bidones esta operación puede durar 1 hora.
Maria Inés pobladora de los Ejidos de Huan llenando agua a las 5 am. Muchas familias llenan el agua desde las 2 de la madrugada. Cada familia se abastece de 10 a 15 galones por día.
Graciela Correa entregando la manguera que conecta la pileta dónde los pobladores pueden abastecerse de agua. Cada familia llena el agua de acuerdo al orden de llegada y es controlado por un poblador que contabiliza los bidones con agua por día por cada familia.
Roberto Ordinola alimentando a sus animales. La crianza de ganado es común en esta localidad, cada familia cría: vacas, ovejas, cabras, gallinas, pavos entre otros. Esta actividad demanda el uso de mucha agua. Roberto también se dedica a la agricultura y construcción.
Dormitorio de Guillermo Federico Cianca de 77 años. Fue una de las familias afectadas por el fenómeno del niño, parte de su casa se derrumbó y su chacra, en donde sembraba cebolla, culantro y lechuga fue arrasada por las lluvias. Hace un año quedó viudo y ahora sus hijos cuidan de él.
Muchas veces las familias sufren cortes de agua, es por eso que cuidan y valoran mucho este recurso. Sin embargo algunas prácticas pueden causar infecciones por la falta de higiene que los utensilios de uso doméstico. La posta de la localidad está cerrada y los pobladores tienen que viajar a otras localidades para ser atendidos
Los niños después de ayudar en los quehaceres a sus padres se divierten jugando fútbol, al trompo y también yendo al río. La localidad si cuenta con escuela primaria y secundaria; sin embargo, después de concluir la escuela la gran mayoría se dedica a la agricultura y a otras labores domésticas.
Muchos pobladores son parientes cercanos, es por eso que se reúnen y cocinan en forma conjunta sobre todo para los miembros de mayor edad.
En esta localidad se cultiva limones, lechuga, espinaca, culantro y otros vegetales. Muchas familias quedaron endeudadas debido a los préstamos que pidieron para cultivar en sus terrenos, cuando llegaron las lluvias, todos sus vegetales fueron arrasados.
Gabriela Saucedo Ordinola madre de dos hijos cuenta que cuando llegaron la lluvias habían truenos, la gente gritaba, las casas se inundaban dejando a muchas familias sin hogar. Su hijo Cipriano perdió los cultivos de alfalfa y frijol que sembraba en su chacra, ahora se dedica a reparar electrodomésticos.
El fenómeno del niño dejó más de 21412 viviendas destruidas y 8773 hectáreas de cultivo perdidas en el departamento de Piura según INDECI. Los hejidos de Huan fue una de las localidades del departamento de Piura que sufrieron de este fenómeno. La ONG TECHO realiza sus labores de ayuda en esta localidad que no pierde la esperanza y sigue adelante con mucha resiliencia y optimismo.
